El documento “Beyond Travel Time Savings” publicado por el
Banco Central es muy interesante. Lo pueden descargar de acá:
En él se plantea varios temas relacionados con el costo de
viaje como beneficio de proyectos de transporte.
Dice que generalmente los ahorros de costos de viaje
corresponden a alrededor de un 80% de los beneficios de un proyecto.
Independiente del monto exacto, me imagino que todos están de acuerdo en que es
el principal beneficio de este tipo de proyectos.
Ahora, cuál es el problema. Lo que fundamenta este trabajo,
citando varias fuentes, es que lo que generalmente ocurre es que la gente viaje
después del proyecto el mismo tiempo que antes, sólo que ahora puede viajar
mayores distancias, por lo que se expande su universo de posibles destinos. Por
ejemplo, si yo antes viajaba una hora a mi trabajo, y construyen una carretera
al lado de mi casa que me reduce el tiempo de viaje a la mitad, no
necesariamente ahora voy a viajar media hora. Quizás, lo que ocurra es que voy
a viajar una hora, pero puedo llegar más lejos, y tal vez acceder a mejores
trabajos, o al menos a un mayor número de trabajos disponibles (lo que hace que
finalmente tenga un trabajo igual o mejor que el anterior).
Esto se apoya en lo que se denomina la “teoría del
presupuesto de tiempo” (time budget theory). Esta teoría dice que la gente en
promedio utiliza una hora diaria para viajar, y esto ha sido más o menos
constante desde la Antigua Roma, pasando por las ciudades caminables del siglo
XV en Europa hasta los suburbios de principios del siglo pasado y las ciudades
llenas de autopistas de nuestros tiempos. En el artículo muestran cómo a lo largo
de la historia el tamaño de las ciudades ha ido variando de acuerdo a esto.
Además, en este mismo trabajo se plantea distintas
dificultades acerca del valor del tiempo ahorrado como beneficio de los
proyectos de transporte. Los a mi juicio más relevantes son:
- Los precios de las viviendas muchas veces reflejan los ahorros en tiempos de viaje (por eso, por ejemplo, al construir una línea de metro las propiedades cercanas aumentan su valor). Entonces, en muchos casos, las decisiones de viaje y vivienda se toman en conjunto (una persona, según su presupuesto, escoge una combinación de vivienda/modo de transporte que mayor beneficio le genere. Entonces por ejemplo, una nueva línea de tren puede hacer que la gente se vaya a vivir más lejos, aumentando su tiempo de viaje, a cambio de una casa de mayor tamaño, por lo que tomar sólo el tiempo de viaje como beneficio de un proyecto pierde su sentido.
- Efectos de largo plazo: invertir en una carretera, que reducirá los tiempos de viaje, en el largo plazo hará que una mayor cantidad de gente escoja viajar en automóvil, lo que finalmente hará que, debido a la congestión, todo el sistema tenga un costo mayor (lo que se conoce comúnmente como la paradoja de Mogridge).
En resumen, este trabajo cuestiona con argumentos muy razonables
un elemento que normalmente tomamos por obvio, que es asumir que el ahorro en
tiempo de viaje es el principal resultado de un proyecto de inversión en
transporte.
Si bien probablemente, al menos en el corto plazo, no se
modifique la manera en que se evalúan estos proyectos y se siga considerando el
tiempo de viaje, se debe reflexionar sobre estos argumentos y considerarlos al
momento de evaluar proyectos de este tipo.
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