viernes, 29 de junio de 2012

Maquiavelo y las líneas de alta tensión…





Cuando Nicolo Machiavelli, o Nicolás Maquiavelo como hemos castellanizado su nombre, escribió en el año 1531 su obra más trascendente “Il pincipe”, estoy seguro que no estaba preocupado de la eficiencia energética ni de los efectos de la sequía sobre el nivel de los embalses… a cambio de eso, estaba escribiendo en tratado sobre el Estado y de cómo debía gobernarse… pero, que tienen que ver las líneas de alta tensión?

Lobo está? No, se fue de viaje!


Una crítica habitual a las metodologías de evaluación social de proyectos “públicos” es que no incluyen los beneficios por turismo en proyectos tales como desarrollo de infraestructura de transporte o incluso grandes embalses… sin embargo,

Pedrito y el lobo en zonas aisladas…



Cada vez que se pretende tomar (o directamente se toma) una medida “impopular” en zonas alejadas de la capital, surge la amenaza de renunciar a la nacionalidad chilena y fijar patria en un país vecino… más allá de la amenaza real o creíble, que emparenta la anécdota con el cuento de Pedrito, el tema relevante es otro: por qué los pobladores de esas áreas se sienten discriminados? Por qué deben recibir mayores beneficios que el resto del país? Hay algún beneficio social por el poblamiento de zonas aisladas? La “soberanía” o el “sentimiento nacional” tiene valor? Y en tal caso, como podemos medirlo?
Sin pretender cruzar la fina línea que divide en este caso la política de la economía, como podemos, desde los enfoques conceptuales desarrollados, identificar tales beneficios? Como podemos estimar el valor que les debemos asignar? Incluso suponiendo que tienen valor positivo, como cuantificar el beneficio o subsidio potencial para asegurar un “adecuado” nivel de vida para estos conciudadanos? Que es adecuado? Cuanto es adecuado? Más aún,

Más Allá del Valor del Tiempo de Viaje



El documento “Beyond Travel Time Savings” publicado por el Banco Central es muy interesante. Lo pueden descargar de acá:


En él se plantea varios temas relacionados con el costo de viaje como beneficio de proyectos de transporte.
Dice que generalmente los ahorros de costos de viaje corresponden a alrededor de un 80% de los beneficios de un proyecto. Independiente del monto exacto, me imagino que todos están de acuerdo en que es el principal beneficio de este tipo de proyectos.

Ahora, cuál es el problema. Lo que fundamenta este trabajo, citando varias fuentes, es que lo que generalmente ocurre es que la gente viaje después del proyecto el mismo tiempo que antes, sólo que ahora puede viajar mayores distancias, por lo que se expande su universo de posibles destinos. Por ejemplo, si yo antes viajaba una hora a mi trabajo, y construyen una carretera al lado de mi casa que me reduce el tiempo de viaje a la mitad, no necesariamente ahora voy a viajar media hora. Quizás, lo que ocurra es que voy a viajar una hora, pero puedo llegar más lejos, y tal vez acceder a mejores trabajos,

miércoles, 27 de junio de 2012

¿Vale distinto un minuto si viajo en bus que si viajo en auto?



Es muy interesante esta columna:
http://www.governing.com/columns/eco-engines/Traveling-At-Good-Speed.html

En ella, el autor plantea algo muy interesante, un fenómeno bien conocido entre los que trabajan en temas relacionados con el transporte.

Él plantea que dependiendo del modo y la forma en que realiza su viaje al trabajo, su valoración del tiempo es distinta.

La semana pasada tuvimos una discusión sobre algo similar. Estábamos conversando sobre cuánto estaría dispuesto a pagar cada uno por usar una ciclovía.

Las respuestas variaban desde "no viajaría en trabajo en bicicleta", pasando por "no pagaría nada, ya que viajaría en bicicleta para ahorrar en transporte" hasta alguien que decía que estaría dispuesto a pagar lo mismo que paga actualmente por el metro, aunque su viaje demoraría más.

Esto plantea un tema relevante que no consideramos actualmente en la evaluación social de proyectos en el marco del Sistema Nacional de Inversiones. El tiempo de viaje no es constante.

Obviamente, no vale lo mismo para cada persona. A veces se considera que no vale lo mismo

lunes, 25 de junio de 2012

Valor de la Vida y Percepciones



Tradicionalmente el análisis costo beneficio se ha basado en comparar el gasto con el ahorro de recursos y en base a esto ver cuán rentable es un determinado proyecto.
Para esto, se debe calcular, en términos monetarios, todos los efectos económicos que tenga un determinado proyecto.
Uno de los más polémicos es el valor de la vida, es decir, cuánto se considera el costo de una vida que se pierde en un accidente. Claramente acá no estoy hablando de una vida en concreto, ya que no es posible ponerle valor a eso, sino que me refiero a qué valor poner como beneficio, por ejemplo, a una medida de seguridad extra en una carretera que su beneficio será que disminuirá en una cierta cantidad su riesgo de accidente.
Tradicionalmente se han utilizado métodos como el llamado del capital humano, que consiste básicamente en sumar cuánto producirá una persona a lo largo de su vida y decir que eso es lo que pierde la sociedad. Este método es muy discutible, ya que implica decir que lo que la sociedad valor a una persona es igual a lo que esa persona gana trabajando, sin considerar otras cosas, como por ejemplo, cuánto echará de menos la familia de la persona cuando ésta fallece.
Por esto, se propone otro tipo de metodologías conocidas como de disposición al pago, que consisten, mediante distintas técnicas, en preguntar a las personas cuánto están dispuestas a pagar

La tierra de Hotu Matu´a…y el valor de la “soberanía”


Hace unas semanas, un amigo viajó a Isla de Pascua, en plan de trabajo… lo primero que me contó es lo poderoso que le llamó la atención la sencillez de la isla… el  tenía en mente la típica postal de las islas polinésicas: lujosos hoteles sobre paisajes de ensueño y “onces” con vistas al mar, a la sombra de las palmeras en exóticos restaurantes… sin embargo, en vez de eso, encontró un poblado muy sencillo, con pequeños locales comerciales, mayoría de calles sin pavimento, casas bajas, varias caletas artesanales, sin grandes estridencias ni pretensiosos espacios recreativos… según le comentaron en el hotel, hasta hace unos años la luz se cortaba cada tanto porque los generadores (diesel) tienen más de 40 años y son legado de los norteamericanos (dicen que en la década de 1960 EEUU tuvo una base militar en la isla, en lo que hoy es el emplazamiento del aeropuerto). También le contaron que la pavimentación de las pocas cuadras existentes se hizo hace menos de 10 años; que los barcos no pueden atracar en la isla y que la transferencia de carga se hace en alta mar, a unas barcazas que bajan en unos rodillos de madera (parece que alguna vez se cayeron al agua incluso unos autos); y así varias cosas más… que no se mal entienda, mi amigo no estaba interesado en los grandes lujos; más bien le dio cierto alivio y gozo que la isla fuera así,

Rápido y furioso…y el VST!



Tengo un amigo que frecuentemente viaja dentro y fuera del país y varias veces en automóvil. Aprovechando que en algunas rutas no existen “tantos” controles de velocidad y dado que su tiempo es bastante escaso últimamente, prefiere viajar a velocidades relativamente altas y que superan por lejos los límites de velocidad establecidos en la norma.
Más allá de la anécdota de lo buen piloto que puede ser mi amigo, el punto es que él toma sus decisiones de conducción en vehículo en función de los incentivos: en rutas con alta probabilidad de encontrar controles de velocidad, respeta las normas y nunca conduce a más de 120 k/h… Sin embargo, cuando supone que la probabilidad de encontrar controles es baja, suele viajar a más de 170 k/h porque, según él, “su tiempo es escaso y debe llegar rápido a destino…”. Desde la teoría micro, mi amigo enfrenta un problema de incentivos que determinan diferentes valores subjetivos del tiempo y que dependen fuertemente de su disposición a pagar multas de tránsito… algo seguramente no recogido en la estimación del valor social del

viernes, 22 de junio de 2012

Tarificación Vial en Sanhattan




Vi esta noticia y creo que hay varios puntos interesantes:


Uno de los principales, es que se propone la tarificación vial como solución a los problemas de congestión que se producen en esta zona de la ciudad.

Por tarificación vial se entiende a cobrar por usar determinada calle o entrar a determinada zona. Algo así como lo que sucede con las autopistas, pero con otra motivación: cobrar por las externalidades que una persona produce en lugar de simplemente cobrar para pagar la infraestructura.

Esto no es algo nuevo. Se hace en varias ciudades desde hace mucho tiempo (Singapur 1975, Roma 1998, Londres 2003, Estocolmo 2006, Milán 2008, todo esto según Wikipedia).

Como dice ahí, este plan a presentar busca “aplicar tarificación vial por congestión en una zona muy puntual de Santiago, en una hora muy puntual que es el de El Golf con Andrés Bello".

Sin embargo, creo que una vez que se haga el esfuerzo (en términos legales, técnicos, tecnológicos y especialmente políticos) de comenzar finalmente con un programa de tarificación vial en Santiago como los académicos y expertos del área vienen pidiendo desde hace muchos años, debe hacerse bien, de manera integral,

jueves, 21 de junio de 2012

¿Debemos pagarle a Metro si nuestras casa suben de precio?




(Foto tomada de EMOL)

El otro día vi esta noticia:.


En ella, se dice que los habitantes del condominio Foresta Plaza, contiguo a la maestranza Lo Ovalle, exigen un pago de $841 millones por la depreciación de sus departamentos luego del descarrilamiento de un tren de Metro que estaban probando luego de una mantención.

Esto plantea un tema interesante conocido como “Captura de Valor”. Los habitantes plantean que ahora sus departamentos valen menos producto de este accidente, por lo que Metro debe pagar esa diferencia en el valor.

Pero, ¿estarían estas mismas personas dispuestas a pagar a Metro si sus departamentos suben de precio producto de la construcción de una nueva línea cerca? Es un caso similar, sólo que en uno estamos hablando de una externalidad positiva y en otro de una negativa.

En la evaluación social de proyectos esta discusión no es relevante, ya que si se genera o destruye valor,

miércoles, 20 de junio de 2012

Evaluación Social for Dummys


Evaluación Social for Dummys

Como primer artículo de este blog, queremos comenzar con una breve explicación, para los lectores que no tengan conocimientos previos, de lo que es la evaluación social de proyectos.

La definición oficial (por oficial me refiero a lo que dice Wikipedia) es:

  •  La evaluación social de proyectos persigue medir la verdadera contribución de los proyectos al crecimiento económico del país. Esta información, por lo tanto, debe ser tomada en cuenta por los encargados de tomar decisiones para así poder programar las inversiones de una manera que la inversión tenga su mayor impacto en el producto nacional.

Al menos a mí eso no me dice mucho. Pero vamos por partes. Al menos se entiende el objetivo, que es medir cuán bueno es un proyecto para el desarrollo económico del país.

Para mí, la evaluación social de proyectos de puede definir de manera más simple. Consiste en calcular los costos y beneficios de un proyecto (cuánto cuesta y cuánta “plata” gana) para ver si vale la pena hacerlo o es mejor buscar otra cosa en la que gastar dicha plata. Pero el apellido “social” indica que no nos referimos simplemente a cuánta plata gana (por eso entre comillas anteriormente), sino que se refiere a cuánto gana o pierde el país (expresado en términos de plata, pero puede referirse a otras cosas como, por ejemplo, ahorros de tiempo).

Por esto, la evaluación social de proyectos considera costos y beneficios que no los considera un privado al evaluar un proyecto. Por ejemplo, como ya dijimos, si se construye un Metro que hará que la gente se demore menos en llegar a su casa, ese ahorro de tiempo no lo consideraría un privado como un beneficio del proyecto (salvo que la gente estuviera dispuesta a pagar por eso), pero para la sociedad sí es un beneficio. Otros beneficios o costos incluidos en la evaluación social de proyectos son las externalidades (por ejemplo, la contaminación producida) o la disminución de riesgo de accidentes.

Todo esto, que en teoría suena tan bonito, que sólo se debe hacer proyectos que sean rentables para la sociedad, en algunos países es algo que funciona sólo como eso, una teoría. Sin embargo, en Chile tenemos un Sistema Nacional de Inversiones que sólo aprueba proyectos que son rentables, por lo que esta disciplina cobra una relevancia mayor, y por esto la necesidad de generar, con este blog, una instancia donde difundir y discutir estos temas.

Disclaimer: si bien la evaluación social de proyectos es una disciplina que intenta abarcar todo tipo de proyectos y sus metodologías van cambiando y avanzando constantemente, se debe tener claro que no es posible cuantificar monetariamente todos los costos y beneficios de un proyecto, por lo que el resultado de una evaluación no debe ser la razón por la que se apruebe o rechace un proyecto. Muchas veces esos beneficios que no pueden medirse en términos de plata son igual o más importantes que los que sí, por lo que la evaluación debe ser una herramienta técnica, objetiva, que entregue información a las autoridades, para que de esta forma puedan tomar decisiones de manera informada, dando importancia a ésta y otras consideraciones al decidir en qué invertir.

Les damos a todos una cálida bienvenida!!



Desarrollamos este blog con la intención de proveer de un espacio de discusión sobre temas de economía, especialmente de evaluación, además de otros temas de actualidad relevantes como obras públicas, transportes, urbanismo, etc.

Para los que no están familiarizados, la evaluación social de proyectos consiste, simplemente, en calcular los costos y beneficios de un proyecto (el nombre en inglés, benefit-cost analysis, es más autoexplicativo). La gracia, es que este análisis debe hacerse desde un punto de vista social.

Retomando con la presentación, somos un grupo de profesionales que actualmente trabajamos en el tema de la evaluación social de proyectos en Chile, y venimos con muchas ganas de modernizar la forma en que se evalúan los proyectos, incorporando para eso una mirada netamente económica, como ha sido hasta ahora la tónica en el Sistema Nacional de Inversiones, pero añadiendo a su vez nuevas metodologías, nuevos desarrollos y nuevos conceptos que se están utilizando o desarrollando tanto en Chile como en otros países.

Venimos a traer una visión más joven y moderna a lo que es esta disciplina en Chile, para que podamos complementar lo que otras personas que han trabajado estos temas históricamente en Chile, de manera de que, tomando como base los planteamientos clásicos de la disciplina, y con la ayuda de una mirada innovadora, logremos darle a la evaluación social de proyectos una imagen de, además de ser una herramienta de información que facilite la toma de decisiones, sea visto por la gente como algo que aporta valor al país.

 Nuestro objetivo con los artículos y opiniones que aquí presentaremos es principalmente generar debate y discusión para enriquecer nuestro trabajo y compartir opiniones, para ojalá posteriormente aplicar lo que se pueda sacar en limpio de estas discusiones, para, a través del granito de arena que la evaluación social puede aportar, mejorar la calidad de vida de todos nosotros.

Los invitamos a colaborar, opinar y especialmente discutir nuestros artículos, y si alguien quiere que publiquemos algo, pude enviarnos lo que sea y nosotros lo subimos (si tiene relación con los temas aquí tratados).