Los que viajamos periódicamente en Metro hemos escuchado varias veces en las últimas semanas anuncios respecto al nuevo horario de la línea 1 de metro los domingos, cuando abrirá a las 9 de la mañana por unos meses.
Esto se debe, entre otras cosas, a que están realizando pruebas con los nuevos trenes que están llegando, que comenzarán a operar en octubre.
Si tenemos suerte, este verano ya vamos a tener aire acondicionado en el Metro. Digo si tenemos suerte porque en un comienzo sólo los trenes nuevos tendrán aire acondicionado, y pasará un tiempo hasta que todos los trenes que operan en la línea 1 tengan, por lo que sólo algunos afortunados podrán disfrutar de esta comodidad.
Creo que esto permite hacer bastantes reflexiones relevantes.
La primera dice relación con la evaluación social de proyectos y la forma en que se realiza actualmente la evaluación. ¿Cómo se puede hacer para estimar los beneficios que trae para las personas mejoras significativas en la comodidad de un modo de transporte?
Para mí, esta mejora se puede observar de dos maneras. La primera es que al mejorar la comodidad de un viaje, la gente lo valora de manera distinta. Mucha gente estaría dispuesta a pagar un poco más por un viaje más cómodo, por lo que existe un beneficio. Otra gente, quizás no estaría dispuesta a pagar, pero le molestaría menos, lo que también implica que hay un beneficio, y este beneficio no se considera actualmente al evaluar proyectos de transporte en Chile.
La segunda forma en que se puede ver el efecto de esta mayor comodidad es